John J. Ratey (2002). El cerebro: manual de instrucciones. Random House Mondadori. Barcelona

"(...)ese enfoque (biológico) los libera (a los pacientes) de mucha vergüenza y de mucho reproche a si mismos en cuanto ven los orígenes biológicos de sus cuitas. Buena parte de la vergüenza, de la culpa y del desprecio hacia si mismos que los pacientes experimentan -y todos nosotros también- procede de la creencia (de la que el psicoanálisis se hizo eco inadvertidamente) en que los fallos debidos a las deficiencias de una persona dimanan de problemas morales. ¡Absurdo!"
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Rodrigo -
Juan González -